Caída en el camino del Calvario
Realizado entre 1515 y 1516, es un óleo sobre tabla pasada a lienzo, de 318 X 229 cm.
Encargada por Jacopo Basilio para el Monasterio de
Santa Maria dello Spasimo en Palermo, de donde deriva su nombre popular, “El
Pasmo de Sicilia”, que refleja el interés de Rafael por la representación de
estados físicos y psicológicos extremos. El tono retórico de la obra y su compleja
composición, distribuida en torno a dos diagonales que convergen en la figura
de Cristo, remite a los cartones para tapices del Vaticano.
El Pasmo muestra la posición oficial de la Iglesia en
el debate sobre la naturaleza del dolor de la Virgen durante la Pasión de
Cristo, al mostrarla sufriente y compasiva pero consciente y no desmayada.
Cuadro alabadísimo desde su ejecución, recientemente
se ha cuestionado la veracidad del naufragio que, según Vasari, sufrió en su
traslado, demasiado coincidente con las milagrosas circunstancias que rodearon
la llegada a Sicilia en la Edad Media de una de sus imágenes más famosas: la
Annunziata de Trapani. El virrey de Sicilia logró la cesión del cuadro a Felipe
IV, quien lo destinó en 1661 al altar mayor de la capilla del Alcázar.
Firmado en el centro del margen inferior sobre una
piedra.
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