Consolidated B24 Liberator


El B-24 Liberator de Consolidated pasará a la posteridad como uno de los aviones más destructivos de la Historia. Aunque durante la Segunda Guerra Mundial fue eclipsado por el B-17 Flying Fortress de Boeing, a pesar de que fue el avión más construido en la trayectoria militar de Estados Unidos.

El año 1939 la Fuerza Aérea Estadounidense (USAF) se interesó por un bombardero pesado cuatrimotor que pudiera volar a elevadas cotas. Consolidated presentó el prototipo XB-24, un avión de cuatro motores radiales Pratt & Whitney R-1800-33 a 1.200 caballos y armado con seis ametralladoras Browning manuales de 7’7 milímetros y una capacidad de bombas de 3.632 kilogramos. El primer vuelo se efectuó con éxito el 29 de Diciembre de 1939 en Lindbergh, California, aunque los mandos estadounidenses reclamaron a la línea de montaje de San Diego otros siete prototipos para someterlos a una última evaluación. Consolidated cumplió con lo prometido y bajo la denominación de YB-24 expuso los siete aviones con mejoras considerables, motivo que llevó a Washington a autorizar definitivamente el proyecto.

El B-24 Liberator se caracterizó por ser un avión de una envergadura de ala alta muy alargada, un grueso fuselaje, doble cola y por ser el primer bombardero estadounidense con un tren de aterrizaje triciclo. Los cuatro motores radiales eran del modelo Pratt & Whitney R-1830-65 a 1.200 caballos que le impulsaban 487 kilómetros por hora a más de 8.540 metros de altitud. Contaba con una bodega con sitio para 3.995 kilogramos; mientras que defensivamente tenía diez ametralladoras Browning de 12’5 milímetros, dos en el morro, dos en la cola, dos en la parte superior del fuselaje, dos bajo la panza, una en el costado derecho y otra en el costado izquierdo.

Fueron fabricados un total de 19.256 bombarderos B-24 en cinco plantas de montaje propiedad de Consolidated, aunque la empresa Ford prestó una fábrica de producción en serie ubicada en Willow Run. A partir del prototipo original YB-24, al que se rebautizó como B-24A, se fabricó el B-24B con una cola alargada en 60 centímetros y cuatro motores Pratt & Whitney R-1830-41 con turbosobrealimentadores B-2 de General Electrics. Le siguió el B-24C con tres torretas a motor; mientras que los B-24E y B-24G fueron una patente comprada por Ford y North American Aviation respectivamente. Al B-24H se le adaptó una torreta eléctrica Emerson A-15, al B-24J un visor de bombardeo M-1, al B-24L se le aumentó la velocidad y al B-24M se le añadió una cúpula disparadora Sperry. Otras variantes fueron los B-29 C-87 Express en versión de transporte para 20 pasajeros, los B-24 XC-109 con depósitos extra de combustible, los B-24 XF para el reconocimiento fotográfico o los B-24 Mk utilizados por la RAF. 

Antes de que Estados Unidos entrase en la Segunda Guerra Mundial, el primer lote de 120 B-24 Liberator fueron vendidos a Francia en 1940, aunque dichos aparatos nunca llegaron a su destino porque el país fue conquistado por Alemania, motivo que llevó a Gran Bretaña a comprar dicho paquete de aviones en Enero de 1941 para patrullar el Mar del Norte en busca de submarinos alemanes. Otros más tarde operaron en el Norte de África para defender a las tropas británicas estancadas en Egipto por la ofensiva del Afrika Korps.

Cuando Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial el 7 de Diciembre de 1941, el único B-24 Liberator que había en Pearl Harbor fue destruido en tierra por los aviones japoneses. Los pocos cuatrimotores operativos en el Frente del Pacífico aquellos días, eran unos B-24 Liberator en las Islas Orientales Holandesas, concretamente en Java, que sin éxito trataron de frenar la ofensiva japonesa y al final tuvieron que utilizarse para evacuar de Indonesia a todo el personal americano, británico y holandés hacia Australia. Tampoco tuvieron suerte en Filipinas, donde la mayoría resultaron destruidos en Luzón, o durante la Batalla de Midway y la Batalla de Guadalcanal, con elevadas pérdidas en ambos enfrentamientos. 

Los estadounidenses no llevaron los cuatrimotores de Consolidated a Europa hasta Septiembre de 1942, a los que integraron en el 93º Grupo de Bombardero de la VIII Fuerza Aérea, la cual llegaría a tener operativos durante la guerra a 3.800 B-24 Liberator. A lo largo de toda la contienda los B-24 Liberator se convirtieron en el azote del aire al bombardear Berlín, Viena, Hamburgo, Bremen, Lübeck, Wilhelmshaven, Kassel, Pforzheim, Würzburg, Schwäbisch o la cuenca industrial del Ruhr y Renania. Otras ciudades que sufrieron la devastación de los B-24 en Europa fueron Roma, Bucarest, Sofía, Podgorica e incluso la neutral Zúrich por error; en Asia Bangkok y Taipei.


La derrota más grave sufrida por los B-24, fue el intento de bombardeo de los pozos petrolíferos en Rumanía de Ploiesti, Câmpina, Sperante y Brazi durante la “Operación Tidal Wave” el 1 de Agosto de 1943, una misión en la que apenas provocaron daños sobre las instalaciones de crudo y en la fueron derribados 56 de los 176 bombarderos a manos de los cazas rumanos, además de resultar 440 pilotos norteamericanos muertos y otros 220 que cayeron prisioneros. 

Otros países que usaron los B-24 en la Segunda Guerra Mundial, fueron: Canadá o Australia. Sudáfrica contó con varios B-24 Liberator. Holanda dispuso de otros pocos B-24 en Australia para atacar su antigua colonia de Indonesia, por aquel entonces en manos japonesas. También 73 B-24 Liberator fueron vendidos a la Unión Soviética mediante el Acuerdo de Préstamo y Arriendo, aunque no llegaron a entrar jamás en combate porque fueron reservados como transportes personales de militares o altos mandatarios comunistas. Varios países del Eje tuvieron el honor de contar con algunos B-24 Liberator entre sus filas que capturaron intactos a los Aliados, como fue el caso de Rumanía con dos ejemplares, Alemania con uno e Italia con otro. Estos aparatos fueron usados para el espionaje y el lanzamiento de agentes con paracaídas. 

Durante toda la Segunda Guerra Mundial el B-24 Liberator fue un avión de vanguardia, no solo en el bombardeo estratégico, sino también en el táctico a lo largo de diferentes campañas. Numerosos B-24 Liberator participaron en Túnez apoyando a las tropas norteamericanas, en Sicilia cubriendo el desembarco aliado, en el avance por Italia o bombardeando a los japoneses en las selvas de la frontera entre la India, Birmania y China. Otros B-24 Liberator se dedicaron a la búsqueda de submarinos alemanes en el Océano Atlántico reconociendo un área que comprendía Groenlandia, Islandia, Cuba, Puerto Rico, Trinidad, Islas Azores, Islas Bermudas e Isla Ascensión. 

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, unos 1.260 B-24 habían sido derribados en Europa y otros centenares más en el Pacífico. Sin embargo su carrera no terminó ahí, ya que otras naciones compraron dicho avión para servir en sus respectivas fuerzas aéreas como China, India, Portugal, Brasil, Turquía, Nueva Zelanda, Polonia, Checoslovaquia y Nicaragua. De estos países únicamente la China del Kuomintang empleó 48 B-24 Liberator contra los comunistas en la Guerra Civil China de 1945 a 1949, hasta que fue proclamada la República Popular de China y en 1950 los aparatos pasaron a ser propiedad de ésta. Los últimos B-24 Liberator fueron retirados del servicio activo para siempre por la India en 1968. Pocos aviones causaron un efecto estratégico tan grande como el B-24 Liberator en su vida operativa. Junto al Lancaster, al B-17 y al B-29, inequívocamente el B-24 Liberator fue el ala de la destrucción.

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