Avenida María Cristina de Valencia


    El suelo que ahora pisamos, nos lleva a esa lejana época romana, cuando Valencia era una isla fluvial y el trozo secundario del río Turia, que la rodeaba, discurriendo por esta misma avenida y la plaza del Mercado. Aquél lecho fluvial fue desecándose, a la vez que se transformaba en una rambla pedregosa, que recibió el nombre de Valle del Mercado.

    En época musulmana, esta zona era extramuros, puesto que la muralla árabe discurría por la parte Este del Mercado, cruzando la Vía Sucronense y luego Camí se Sant Vicent, a la altura de la calle de San Fernando, en donde se abría el portal de la Boatella. Tendrían que pasar siglos para que se derribara dicho portal, continuando las rutas hacia el Sur: Ribera del Júcar y el Al-Andalus. Así irán surgiendo los primeros núcleos urbanísticos, en el despertar de la Valencia cristiana, como el gran Convento de San Francisco, y el denominado Sant Joan de la Boatella, más tarde parroquia de los Iglesia de los Santos Juanes.


    No olvidaremos, por su excepcional importancia, el sensacional edificio de la Lonja de la Seda.


    La avenida tal y como la conocemos hoy en día, es consecuencia de un ensanche interior de la ciudad en las primeras décadas del siglo XX, que ya hemos podido ir viendo en el desarrollo de muchas de las calles que hoy emergen de la Plaza del Ayuntamiento. Antes de dicha reforma, el núcleo central era la, desaparecida, plaza de Cajeros, que no era sino un ensanchamiento de la calle de San Vicente, a la altura de donde hoy se encuentra el pasaje Ripalda, y calles como la, también desaparecida, Bajada de San Francisco en su inicio.


    Desaparecieron también, en esa reforma, la calle de Colchoneros y su paralela de Fuentes, que iban desde la plaza dels Porxets a la calle de San Vicente Mártir; además de afectar a la propia plaza dels Porxets y a la calle de Calabazas.

    Aquella plaza de Cajeros, constituía un gran centro comercial, y debía su rótulo por estar en ella situados, varios carpinteros ocupados en la construcción de arcas. Con la desaparición de esta plaza y las otras calles detalladas anteriormente, se pretendía, por una parte, visualizar desde este punto toda la parte derecha de la plaza del Ayuntamiento, la calle Marqués de Sotelo y la Estación del Norte; y por otra, visualizar este primer tramo de la calle San Vicente Mártir hasta la plaza de San Agustín; además de un modo muy especial, la conexión con el Mercado Central, por medio de una vía denominada simplemente, María Cristina. El proyecto de apertura se realizará en 1928 para “dotar al Mercado de una vía ancha que enlace fácilmente los dos grandes núcleos de población”.


    En cuanto a la calle de Matalafers (colchoneros), debe como supondréis al hecho de situarse en esta calle, los artesanos dedicados a la fabricación de colchones de lana. Y en cuanto a la calle Fuentes, llamada también Font dels Porxets, porque iba de la plaza dels Porchets a la calle de San Vicente Mártir.

    Las reformas urbanas se llevarán a cabo siendo alcalde de Valencia, don Carlos Sousa y Álvarez, marqués de Sotelo. La nueva avenida aparece hoy jalonada de suntuosos edificios, siendo inaugurada en 1931 con el nombre de María Cristina. Poco tiempo después, el 14 de abril, al estallar la República, se le cambió el rótulo por el de Pablo Iglesias. A partir de 1939 recuperó su primitivo nombre, hasta el día de hoy.


    Esta avenida de María Cristina, amplia y más bien corta, ha mantenido siempre el motivo de su origen, que es el vinculado al Mercado Central, por lo que sus plantas bajas están dedicadas a establecimientos comerciales. Cabe destacar la Papelería de don Pedro Pascual, que tras estar situada en la calle de la Carda, Calabazas y Flasaders, la estableció en la nueva avenida, en el número 10. Permaneciendo hasta el año 1985. Recordaremos también otro establecimiento en esta calle, el denominado Mantequerías Arias, con sus dulces y confituras de la marca El Monaguillo.


Comentarios

  1. Enhorabona per la pàgina. Estaria bé que, sí opteu pel castellà, escriguéreu correctament les paraules en valencià: Font dels porxets.
    Bon any

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  2. Muy bien la información. Si puedes ampliarla sería estupendo. Enhorabuena

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